Movilizaciones escolares despiertan a Chile


Por fin, en Chile los estudiantes levantaron la cabeza (con un paro educacional que llega casi al 100%) y han generado un ambiente de análisis crítico sobre la situación que vive el país en uno de sus plataformas más débiles: la educación.

Pese a la represión del gobierno burgués de Bachelet, las manifestaciones por una educación más digna en el territorio chileno se mantienen y cada día se fortalece la unión entre los escolares y gran parte de los colectivos que apoyan a los menores en sus petitorios. Es destacable que hasta los padres apoyan a sus hijos en esta lucha por mejoras en la educación, lo que nos viene a decir que la nueva generación de chicos en el país no contienen esos genes de pusilanimidad de sus progenitores, quienes dejaron sólo a Allende en el 73.

Es verdad que ellos han vivido en democracia pero eso no les quita el valor que significa luchar en un sistema, el chileno, donde las protestas y los paros son la única herramienta para tener resultados ya que el parlamento y el ejecutivo son representantes de sí mismo y de los grandes monopolios del país.

Los cuatro puntos que los estudiantes exigen y que aún no son aceptados por el Estado son: la gratuidad del boleto de transporte, la prueba de ingreso a la universidad, la reforma a la Ley Orgánica Constitucional de Educación y la Jornada Escolar Completa. Todos derechos inalienables para una población joven que se verá en el futuro con un panorama de sueldo de 200 dólares y que estará a merced de los empresarios en cuanto a las leyes laborales.

La conversación esta en plena mesa, sin embargo, los tecnócratas no quieren ceder ni un ápice. Por ello, los estudiantes han jugado su última carta, un paro nacional. Ello implicaría una demostración de fuerza que el Estado no podría soportar.

La fuerza de Chile y su despertar tiene sangre nueva. Por eso, cuál fuese el final de las movilizaciones, habrá un ganador con dos cabezas: el pueblo y los estudiantes.

Comentarios

Entradas populares