Ben Affleck: "Por favor, cuidemos a nuestros hijos”
Madrid
“Gone Baby Gone” es la primera película que Ben Affleck presenta como director en Hollywood y el también actor de 35 años no ha necesitado propaganda para que los medios le tomen en serio.
El filme, que esta basado en la novela homónima de Dennis Lehane (autor de Mistic River), logró posicionarse sólo en la agenda temática por el gran paralelismo guardado con la desaparición de la niña británica Madeleine McCann.
Sin embargo, como suele decirse en estos casos, la realidad supera a la ficción y la similitud con la historia de los McCann es más que nada un efecto visual, ya que la opera prima de Affleck, donde sale una niña rubia, un secuestro y prensa ávida de sangre y sensacionalismo, se rodó hace tres años y el libro se escribió hace diez años.
A ello se suma que la trama de la película muestra, más que un juicio público, la decadencia de la familia estadounidense y el dilema moral que sufre el protagonista principal, Casey Affleck, y por supuesto el espectador, a quien le será imposible quedar impávido.
“El tema de los McCann en EE.UU no es muy conocido, especialmente porque nosotros tenemos muchos casos parecidos y algunos mucho más trágicos y terribles. Eso sí, espero que a esta niña la encuentren porque ha pasado mucho tiempo”, señaló Ben Affleck en la presentación de su filme en Madrid intentando cortar de raíz cualquier semejanza con el drama ocurrido en Portugal.
Quien recibiera el Oscar al mejor guión en 1998 por 'El indomable Will Hunting' junto a su amigo Matt Damon, contó que el azar le llevó a encontrar la historia de “Gone Baby Gone”. “Un amigo me recomendó el libro de Lehane. Lo leí y me enamoré del argumento, de la historia y pensé que sería muy interesante llevarla a la pantalla como director. Era el tema que estaba buscando”.
Affleck explicó que el tema del fin justifica los medios que entrega el libro de Lehane lo desarrolló con fuerza en la película porque le interesaba expresar una situación que incomoda mucho a la sociedad.
“Yo quería que la gente conversara y dialogara cuando saliera del cine. Que cada uno tuviera su propia opinión y que discutiera. La idea es que se creara un debate interesante con su acompañante, preguntándose ¿que harías tú al final de la película?”, reconoció.
Frente a esta situación de elegir y hacer lo correcto, el protagonista de Peral Harbour no quiso tomar parte, pero dejó claro que, en la película, hay dos puntos de vista que se encuentran lo más equilibrados posibles.
“No me planteé lo que hubiera hecho yo en esa circunstancia porque de lo contrario, es seguro que un argumento hubiera tenido más peso. Espero que la gente cuando vaya a ver esta película, la analice y se pregunte qué haría en una situación similar. Que ellos busquen la respuesta”.
Para realizar “Gone Baby Gone” el actor de “Hollywoodland” trabajó en Estados Unidos con asociaciones de niños perdidos y quedó muy impresionado con los casos que conoció. “En USA cuando estábamos grabando el filme trabajamos codo a codo con el Centro Nacional de Niños Perdidos y Explotados. Les escuchamos y conocí casos conmovedores. Ellos fueron una ayuda importante para aportarle credibilidad al largometraje”, señaló Affleck, quien no dudó en reconocer que, aunque no era padre cuando escribió el guión (hace 4 años), “el tener a Violet me hizo estar más sensibilizado sobre el tema”.
A su parecer, esa misma sensibilidad de la paternidad está plasmada en la película y entregó un mensaje a las familias. “Yo quiero trasmitirle a la gente que, por favor, cuiden a sus hijos. Hay que tener cuidado con ellos porque son muy vulnerables. Debemos tratar mejor a los niños, quererlos más. Ese es el mensaje que quiero dar con la película”.
Reparto de lujo y una promisoria figura
Pese a ser “Gone Baby Gone” la presentación oficial tras las cámaras, Ben Affleck confirmó que en sus tiempos de estudiante en 1992 ya había filmado. “El título es largísimo y la película también es pésima. Por favor, no se molesten de ir a buscarla. Olvídenla, por favor”, recordó, riéndose, el norteamericano.
De lo que no debe avergonzarse el director es de los excelentes actores que ha tenido en el filme y que, a su vez, compartieron metraje con actores no profesionales. “Hablé con Ed Harris y Morgan Freeman y les gustó como tenía pensado hacer la película. Estoy muy agradecido con ellos por haberlos tenido en mi proyecto”, aseguró.
En tanto, Affleck ha impulsado la carrera de su hermano Casey, de 32 años, dándole el papel del detective que busca a la niña raptada en la ciudad de Boston, Amanda McCready. “La relación en el plató fue muy buena. Al ser hermanos sabemos lo que estamos pensando, nos miramos y ya esta, y nos conocemos muy bien. Además, crecimos en el mismo barrio. Tenemos mucho terreno en común”.
Asimismo, el cineasta explicó que quería dirigir porque es una extensión lógica de su carrera en la industria cine. “Me interesaba mucho dirigir. Me gustaría seguir escribiendo, actuando, dirigiendo. Y según me vengan llegando los proyectos seguiré haciendo todas las facetas. Estoy muy contento con el producto final del filme”.
Finalmente, reconoció que no actuó ni dirigió a la vez porque quería concentrarse en hacer bien el trabajo de dirección. “En un primer momento no pensé ni tuve confianza en que podía hacer las dos cosas bien”, concluyó.
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