Garzón se dedica más a escribir que a lograr justicia para los asesinados en la guerra civil
Baltasar Garzón se ha olvidado de la justicia por un momento y ya se cree escritor.
Un poco de biografía: Es autor de varios libros, entre ellos Un mundo sin miedo (Plaza & Janés, 2005), que fue un gran éxito de ventas, ha recibido hasta veintidós doctorados honoris causa en universidades de todo el mundo y en abril de 2008 el presidente Sarkozy le nombró Caballero de la Legión de Honor de la República Francesa.
Y definitivamente Garzón es un superstar desde que metió preso a Pinochet en Londres. ¿Porque lo decimos? Este año ya presentó ‘El Alma de los Verdugos’, basado en entrevistas a torturados argentinos donde hace de entrevistador y periodista.
Ahora entregó su último libro ‘La línea del horizonte. Crónica íntima de nuestro tiempo’, un texto donde hace un análisis de la actualidad y pasa revista a los temas más cruciales: los derechos humanos, el terrorismo, la seguridad, el futuro de la comunicación, la economía, la educación, el cambio climático, America Latina.
Sin duda, a Garzón hay que felicitarlo por meter preso a Pinochet y hacer algo que ni un puto político ni juez pudo hacer en Chile. Queda claro que todos aplaudimos esa acción.
Con respecto a este tema, en su último libro dice que su vida en 1998 cambió completamente y que le temblaron las piernas cuando escribió y mando la orden internacional de Pinochet a Londres. “Me temblaban las piernas pero no me llegue a caer”, declaró el juez en Madrid.
Asimismo, Garzón señaló que en estos momentos América Latina no se encuentra tan mal como otros continentes. Seguro que será por su ayuda.
Pero hay que preguntarle algo más a Garzón. ¿Por qué no persigue a los asesinos que apoyaron a Franco?¿Por qué no se dedica a apoyar a los familiares de su país antes que los de Latinoamérica?
Una vez se lo preguntaron en un almuerzo con la prensa y se sacó la espina diciendo que habían pasado muchos años. Es más fácil meterse en casa ajena. ¿Verdad? O mejor dicho en ‘casa de herrero cuchillo de palo’.
Un poco de biografía: Es autor de varios libros, entre ellos Un mundo sin miedo (Plaza & Janés, 2005), que fue un gran éxito de ventas, ha recibido hasta veintidós doctorados honoris causa en universidades de todo el mundo y en abril de 2008 el presidente Sarkozy le nombró Caballero de la Legión de Honor de la República Francesa.
Y definitivamente Garzón es un superstar desde que metió preso a Pinochet en Londres. ¿Porque lo decimos? Este año ya presentó ‘El Alma de los Verdugos’, basado en entrevistas a torturados argentinos donde hace de entrevistador y periodista.
Ahora entregó su último libro ‘La línea del horizonte. Crónica íntima de nuestro tiempo’, un texto donde hace un análisis de la actualidad y pasa revista a los temas más cruciales: los derechos humanos, el terrorismo, la seguridad, el futuro de la comunicación, la economía, la educación, el cambio climático, America Latina.
Sin duda, a Garzón hay que felicitarlo por meter preso a Pinochet y hacer algo que ni un puto político ni juez pudo hacer en Chile. Queda claro que todos aplaudimos esa acción.
Con respecto a este tema, en su último libro dice que su vida en 1998 cambió completamente y que le temblaron las piernas cuando escribió y mando la orden internacional de Pinochet a Londres. “Me temblaban las piernas pero no me llegue a caer”, declaró el juez en Madrid.
Asimismo, Garzón señaló que en estos momentos América Latina no se encuentra tan mal como otros continentes. Seguro que será por su ayuda.
Pero hay que preguntarle algo más a Garzón. ¿Por qué no persigue a los asesinos que apoyaron a Franco?¿Por qué no se dedica a apoyar a los familiares de su país antes que los de Latinoamérica?
Una vez se lo preguntaron en un almuerzo con la prensa y se sacó la espina diciendo que habían pasado muchos años. Es más fácil meterse en casa ajena. ¿Verdad? O mejor dicho en ‘casa de herrero cuchillo de palo’.
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