Buñuel, un fotógrafo en México




A 25 años de su muerte, la Filmoteca Española de Madrid le rinde un homenaje al director español con una exposición de fotografías de su autoría, tomadas en México cuando buscaba locaciones para películas como ‘Simón del desierto’, ‘Nazarín’ o ‘El ángel exterminador’.

MADRID

A Luis Buñuel le gustaba retratar muchos Méxicos con su pequeña cámara fotográfica Leica cuando buscaba locaciones para sus filmes. Desde las mansiones burguesas y ricas haciendas hasta los humildes jacales (poblaciones periféricas) o parte de las selvas tropicales o los manglares de Acapulco hasta las zonas urbanas, como las calles o la Universidad de México D. F. eran los paisajes que el realizador aragonés elegía para dar vida a sus historias y sueños.

Definitivamente, una faceta desconocida hasta hoy del cineasta y que la Filmoteca Española de Madrid sacó a la luz con la exposición ‘México fotografiado por Luis Buñuel’. La muestra, de alrededor de 84 fotografías de suficiente calidad que Buñuel registró entre 1947 y 1965, se convierte en un material que desvela su labor de fotógrafo previo a la realización de sus películas o en palabras más técnicas: muestra que el español era su propio director de fotografía.

“Ahora que se va a cumplir el vigésimo quinto aniversario de su muerte, el 29 de julio, nos ha parecido oportuno rendirle un nuevo homenaje y creemos que una buena forma de hacerlo consiste en dar a conocer esta parte inédita de su obra”, señaló Elena Cervera, comisaria de la muestra.

Las imágenes tomadas por Luis Buñuel también expresan un sentimiento de agradecimiento y de recuerdo con las tierras aztecas ya que el director de ‘El ángel exterminador’ llega a ese país asilado en 1946, escapando de la guerra civil española y después de sufrir un sinnúmero de problemas y vagar por Estados Unidos, sin trabajo ni patria. Su ligazón con México sería tan fuerte que nunca más volvería a España falleciendo en 1983 en D.F.

Asimismo los productores del cine mexicano le darían al realizador español la posibilidad de desarrollarse profesionalmente y encontrar su cine, al financiarle el rodaje de 20 películas en diferentes locaciones a lo largo y ancho del territorio, como ‘Los ambiciosos’, ‘El río y la muerte’, ‘Abismos de Pasión’, ‘Nazarín’, etcétera.

“Hay mucho material de Buñuel en la Filmoteca que no es conocido... Queríamos mostrar a la gente como realizaba su trabajo. El fotograma era una copia exacta del encuadre fotográfico y tenía muy clara la estética que buscaba y cómo lograr plasmarla en un film”, dijo Cervera.

La colección completa consta de cerca de mil fotografías que forman parte del legado dejado por Buñuel y fue descubierta por Javier Espada, director del centro Luis Buñuel del pueblo de Calanda (Teruel, España) en una caja llena de polvo que yacía escondida en los subterráneos del edificio de la Filmoteca. Precisamente cuando preparaba la exposición sobre "Los olvidados", hace más de cuatro años, con la idea de montarla en Amsterdam.

“Es una especie de milagro encontrar estas fotografías porque muestran que para que Luis pudiera rodar una película en tres semanas necesitaba tener un buen guión, bares, restaurantes y hoteles muy cerca pero también debía tener muy bien planificado donde había que colocar la cámara”, comentó Javier Espada.

Poeta Buñuel

A medida que se avanza por la exposición ‘Buñuel fotografía a México’ se ven las diferentes fotografías de sus rodajes con alguna anotación del cineasta aragonés en el reverso sobre la ocasión y a cada una de ellas acompaña el fotograma con su respectivo encuadre.

Por ejemplo, Buñuel cuenta que la película ‘La Joven’ (The Young One) estrenada en Nueva York en 1960 fue atacada por todos lados en Estados Unidos. “A decir verdad no le gustó a nadie. Un periódico de Harlem escribió, incluso que habría que colgarme cabeza debajo de un farol de la Quinta Avenida. Reacciones violentas que me han perseguido toda la vida. Sin embargo, yo hice esta película con amor. El sistema moral no podía aceptarla…”

De ‘Los ambiciosos’, Buñuel recuerda que lo pasó muy mal. “Seguramente porque quisiera no haber hecho la película. Claro que a pesar de todo, traté de hacer las cosas bien, profesionalmente e incluso meter siempre detalles interesantes…Procuré enriquecer las escenas mediante plagios. Son plagios muy decentes, aclaro, porque los hice sobre obras del dominio público… En ‘La Fiebre’ plagié el final de Tosca”.

En tanto ‘Nazarín’ es, para el aragonés, la película que más le gusta de las realizadas en México. “Estoy filmando en una calleja solitaria, casi en ruinas. De pronto surge en mi mente una imagen: una niña que avanza arrastrando una sábana. Tengo así una imagen irracional, pero que resume la tragedia”.

Sobre ‘El ángel exterminador’ filmada alrededor de las mansiones burguesas de México D.F, el creador comenta a José Aranda, escritor de ‘Luis Buñuel. Biografía crítica’ que “desde luego no he introducido ni un símbolo en el film, y aquellos que esperen de mi un obra de tesis con un mensaje ¡pueden esperar!... La gente siempre quiere una explicación para todo. Es la consecuencia de siglos de educación burguesa. Y para todo lo que no encuentran explicación, recurren en última instancia a Dios”.

En ‘Abismos de pasión’, Buñuel reconoce que el filme esta basado en el libro ‘Cumbres borrascosas’. “Como todos los surrealistas, me sentía muy atraído por esa novela y quería hacer una película de ella. La ocasión se presentó en México en 1953”.

Por su parte, Jean-Claude Carriere, colaborador de Luis Buñuel, recuerda los 18 años que pasaron en el hotel balneario de San José Purúa, donde se refugiaban para escribir los guiones.
“Luis Buñuel había descubierto este lugar al poco tiempo de su llegada a México, al final de los años 40, por mediación del productor Oscar Dancigers, quien gustaba retirarse aquí para trabajar, lejos de los humos de la ciudad…Estábamos solos, sin esposas, sin amigos. Trabajábamos codo a codo. Con un horario inmutable: tres horas por la mañana, tres horas por la tarde, sin descansar el domingo. Luis se comportaba con una puntualidad feroz…Cada vez que Buñuel dejaba un sitio que le había sido entrañable, hacia detenerse el coche y decía un “hasta luego”, o incluso un “adiós”. Esto podía durar un minuto o dos. El chofer esperaba pacientemente”.

Cine Barato

“Es muy importante y revelador el trabajo que realizaba Luis Buñuel y explica también esa libertad que se podía permitir porque era muy barato su cine. Escribía el guión, llamaba a los asistentes y les decía que, por ejemplo, necesitaba una calle mexicana con un edificio lujoso. Luego iba él y fotografiaba la que más le gustaba, y ese mismo encuadre de la foto coincidía con el que luego salía en la película”, declaró su hijo Juan Luis Buñuel en Madrid.

No se puede dudar que el trabajo de realizador español era mucho más minucioso de lo que se puede creer y las fotografías que se ven en la exposición en Madrid demuestran lo perfeccionista que llegaba a ser en algunas ocasiones.

“Él no era descuidado ni tampoco improvisaba y contrariamente a la imagen de rodaje descuidado que tenemos de Buñuel, el director preparaba meticulosamente sus películas. Su cine es preciso, no utilizaba material de más ni tiempo extra, y el montaje se limitaba prácticamente a unir el material rodado, puesto que había muy poco para elegir”, apuntó Cervera, adelantando que aún falta más material por conocer ya que sólo se han encontrado fotografías de doce de las veinte películas realizó en México.

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