Rafael Correa: Los partidos políticos ecuatorianos solo apoyan a sus caciques y mafiosos

El presidente de Ecuador forma parte del eje bolivariano que lidera Venezuela junto a Bolivia, y no oculta esa unión cuando realiza giras internacionales. En su paso por Madrid, el economista culpó a la banca nacional y externa del empobrecimiento de su país, criticó al sistema neoliberal y apoyó a Hugo Chávez por el cierre de RCTV.

Madrid


Rafael Correa, el presidente de Ecuador, dice las cosas alto, claro y fuerte, por lo que no parece un clásico político, tan dado a lo correcto, a la especulación y a la cautela.

Muchos pueden considerar este rasgo un elemento de carácter populista. Pero sin duda, decir las cosas en la cara y no tener miedo al que dirán las potencias mundiales ni los poderes fácticos de su país le da un toque atrayente a este economista de profesión.

En la charla organizada por la Casa de América de Madrid, Rafael Correa, desde un inicio se mostró su descontento con el sistema neoliberal y le pegó una fuerte crítica al Fondo Monetario Internacional por fomentar el endeudamiento en los países latinoamericanos en los años setenta y ochenta. “Especialmente, Ecuador fue afectado con las políticas de crédito para todo. Ello generó mucha corrupción y una imposibilidad de pagarlos de vuelta”.

Apuntó que el intento del FMI de aplicar el Consenso de Washington en América Latina (reducción del Estado, privatización de las empresas estatales, etcétera) en los noventas terminó por enviar a la catástrofe a muchos países del continente. Como ejemplo, Correa explicó que tras los fracasos del modelo neoliberal en Bolivia y Argentina, los economistas de esa vertiente se fijaron en Chile como modelo del éxito del neoliberalismo. “Pero eso es mentira. Chile no es neoliberal, está octavo en esa lista. Chile tiene una economía social de mercado y hasta hace poco tenía controles de capitales, antítesis del modelo neoliberal”, aseguró.

Tras esta pequeña introducción de historia económica de latinoamérica, el partido de la Democracia Cristiana ecuatoriano fue el blanco de sus ácidos dardos al acusarla de aplicar políticas de extrema derecha durante sus gobiernos y de provocar una catástrofe económica y social en el país, cambiando la moneda nacional por el dólar y generando 2 millones de emigrantes, que salieron del país para buscar mejores perspectivas de vida. “Ecuador no ha tenido un democracia representativa. Ahora tenemos una democracia de plastilina, una partidocracia, donde estos partidos sólo apoyan a sus caciques y mafiosos. Queremos terminar con las políticas que destruyeron nuestro país y con los políticos que representan a sus intereses, la banca, y no al pueblo”, atizó.

La idea política que ronda por la cabeza de Correa es realizar, junto a su movimiento Alianza PAIS, una revolución ciudadana en Ecuador y justificó esta acción porque tienen “3 millones de votos”. Un apoyo que le entrega una base para “luchar” con el objetivo de que los ecuatorianos puedan elegir su primera Asamblea Constituyente de plenos poderes en este siglo. “Queremos desmontar el modelo neoliberal y reestructurar el esquema político ecuatoriano. Intentaremos promover una nueva constitución. No se puede negociar con un congreso corrupto que desestabiliza, bloquea leyes y niega toda nueva reforma que proponemos en beneficio del país”.

La Asamblea, promovida por el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, y que debe transformar las instituciones del Estado y redactar una nueva Carta Magna, fue aprobada con un abrumador apoyo del 82 por ciento de votos el pasado 15 de abril en una consulta popular.

De acuerdo con el estatuto, 100 de los representantes serán elegidos por circunscripciones provinciales, 24 por una circunscripción nacional única y 6 entre los residentes en el extranjero, dos de los que viven en Europa, otros dos de EEUU y Canadá y los dos restantes en países de América Latina.

Correa, a través de las reformas políticas que quiere implantar, aspira a que la asamblea legisle y el congreso fiscalice. Además, pretende que se regule la banca, la cual ha obtenido grandes beneficios debido a los altos intereses que cobra en los préstamos. Eso sí, el congreso le niega todo apoyo para generar el cambio. “Después de estos cinco meses (de Gobierno), con diputados de la peor ralea, sin ideología, tan solo buscando su beneficio personal, corruptos... Con este panorama, el congreso no sirve para nada y será renovado”, recalcó Correa.

Agregó que lo importante es que el país está cambiando y que “mi gobierno tiene las manos limpias y es patriota, y cambiará las estructuras a través de las movilizaciones sociales”.

Cierre de RCTV

El líder político durante el inicio de su mandato ha tenido una fuerte oposición de los medios de comunicación más grandes de Ecuador, todos en manos de monopolios empresariales. Frente a los temores de que su gobierno atente contra la libertad de expresión, Correa declaró que la defenderán y respetarán. “Sin embargo, denunciaremos las mentiras de los medios de comunicaciones. La libertad de expresión no significa mentir y defender los intereses privados o el status quo o representar a la banca que niega cualquier nuevo cambio en beneficio del pueblo”.

En tanto, Rafael Correa tiene una opinión por el caso de la televisión venezolana RCTV, a la cual Hugo Chávez no le renovó la señal abierta de TV. Para él, ésta “propició, incitó y promovió el golpe de estado en Venezuela. Si me pasa a mí, cierro ese mismo día el canal”, declaró.

Sin duda, el mandatario Correa se acerca más al eje bolivariano que a la dupla globalizadora que conforman Michelle Bachelet y Lula Da Silva. “Los gobiernos de Hugo Chávez y Evo Morales son gobiernos patriotas y populares. Sus movimientos son producto de la reacción y el camino que hay que seguir en America Latina”.

Inmigrantes y remesas: Base de Ecuador

“Los que mantienen verdaderamente al Ecuador son los pobres. Gracias a ellos comemos porque los inmigrantes mandaron el año pasado 1.700 millones de dólares en remesas. Eso es más que el promedio de las exportaciones petroleras de los 90”, aseguró Correa, quien destacó que los inmigrantes aportan más que la oligarquía, el sector privado y los burgueses ecuatorianos, que están en tercer lugar. “La banca tiene 2 mil millones de dólares en USA. Los inmigrantes ganan unos dólares y los mandan al país. El país esta cambiando y eso no gusta a la oligarquía ecuatoriana”.


En la Península Ibérica viven más de 421.000 ecuatorianos, según datos oficiales, pero se estima que hay cerca de otro medio millón en situación irregular. Frente a esta gran inmigración, el presidente ecuatoriano prometió que intentará por todos los medios crear un país nuevo para que los ciudadanos que se encuentran en el extranjero puedan volver a vivir en su país y su cultura.

Finalmente, el Plan Colombia y la lucha contra las plantaciones de cocaína también fue tema de discusión con Correa. El presidente señaló que irá a la Corte Internacional de la Haya a denunciar los efectos tóxicos que han generado los riegos químicos en la frontera común. “Hay cultivos destruidos, efectos psicosociales como depresión en la gente, enfermedades en la población. Ha sido un abuso de Colombia y no lo vamos a tolerar más. Colombia lleva 7 años fumigando y debe responsabilizarse de este hecho”, denunció.