Periodistas: La difícil lucha por la libertad


Amnistía Internacional denunció los abusos que se cometen en todo el mundo contra periodistas y quienes ejercen su libertad de expresión. Censura, cierres de medios de comunicación, multas, amenazas, la cárcel, o incluso la muerte, es la respuesta que obtienen muchas personas que buscan expresar sus ideas libremente.

"La situación de los periodistas que sufren abusos por ejercer su profesión preocupa especialmente a Amnistía Internacional, ya que en esos casos, ellos no son las únicas víctimas, sino que también lo son todas las personas que se ven privadas de su derecho a la información. La libertad de expresión es una herramienta fundamental para la defensa de otros derechos humanos", afirmó Esteban Beltrán, director de Amnistía Internacional en España.

En el último año, al salir a la luz las prácticas ilícitas que los gobiernos utilizan en nombre de la lucha "antiterrorista", ha crecido la demanda de rendición de cuentas. La labor de activistas de los derechos humanos, profesionales del derecho, periodistas y muchas otras personas contribuye a desvelar el secretismo existente para poner al descubierto a los Estados que transfieren, detienen y torturan a personas sospechosas de "terrorismo".

Profesionales de la comunicación, estudiantes, escritores, artistas, o manifestantes de muchos países sufren abusos contra la libertad de expresión. "Miles de personas de todo el mundo son hostigadas, acosadas, víctimas de torturas o malos tratos, e incluso "desaparecidas" y asesinadas por expresarse de acuerdo a su conciencia o por investigar y dar a conocer información que incomoda a gobiernos o grupos armados", aseguró Esteban Beltrán.

En Colombia

A principios de marzo 2006, en el periodo previo a las elecciones al Senado, celebradas ese mes, se distribuyó a miembros del Ejército un vídeo aparentemente realizado por un nuevo grupo paramilitar que identifica al periodista Hollman Morris (director del programa televisivo de investigación "Contravía") y a otras tres personas como "objetivos militares", y los acusa de ser miembros o agentes de las fuerzas de guerrilla.

Este vídeo constituye una amenaza de muerte, y Amnistía Internacional teme que las vidas de quienes en él se mencionan corran grave peligro.No es la primera vez que Hollman Morris es amenazado por el contenido de su trabajo. El 16 de mayo de 2005, él y otros dos periodistas, Carlos Lozano y Daniel Coronell, recibieron amenazas de muerte en forma de ramos fúnebres. Desde entonces, Daniel Coronell y su familia han abandonado Colombia para buscar refugio en Estados Unidos.

Cuba

En marzo 2006, tres años después de que la represión de los disidentes por parte del gobierno cubano desembocase en el encarcelamiento de 75 personas únicamente por ejercer de forma pacífica su derecho a las libertades de expresión, reunión y asociación, en Cuba siguen en vigor leyes que restringen estas libertades, así como el hostigamiento e intimidaciones de disidentes, periodistas y defensores y defensoras de los derechos humanos.

China

En marzo 2006 con motivo de la celebración de la Asamblea Nacional Popular, las autoridades chinas cerraron varios medios de comunicación importantes, incluidos sitios web, que eran considerados potencialmente críticos con el gobierno. Entre ellos se encontraban la revista Bing Dian (Freezing Point), un suplemento semanal del China Youth Daily, que fue clausurada el 24 de enero; dos de sus redactores fueron despedidos. Según los informes, la revista reanudó sus actividades el 1 de marzo bajo severas restricciones.


El 8 de febrero, el director de Gongyi Shibao, una revista publicada por la Asociación de Trabajadores Sociales de China, fue rebajado de categoría tras publicar un artículo sobre los errores de traducción en la versión inglesa del sitio web oficial del Partido Comunista Chino. Un periodista del diario Xinjiang Jingji Baoshe (Xingijang Financial Journal), que se publica al noroeste del país, fue despedido tras escribir un artículo sobre la situación de unas 30 familias que vivían en los bosques de la región porque no recibían sus salarios desde 2002.


Shi Tao, periodista chino cumple condena de diez años de cárcel en China por enviar un mensaje electrónico a Estados Unidos a través de su cuenta de correo de Yahoo. En el mensaje, Shi Tao se refería a una decisión del Partido Comunista. Las autoridades chinas lo acusaron posteriormente de "facilitar de forma ilícita secretos de Estado a entidades extranjeras". Según la transcripción de las pruebas presentadas ante el tribunal que dieron lugar a la condena de Shi Tao, la empresa estadounidense de Internet Yahoo, en una acción injustificable, facilitó a las autoridades chinas los datos de su cuenta.

Irak

Kamal Sayid Qadir, acusado de difamación a raíz de dos artículos que había publicado en Internet, en los que criticaba duramente a la dirección del Partido Demócrata del Kurdistán (PDK), uno de los dos partidos que ejercen el poder en la región del norte de Irak dominada por los kurdos, fue condenado el 26 de marzo de 2006, a 18 meses de prisión.

Hawez Hawezi, maestro de educación secundaria y periodista de 31 años, fue detenido el 17 de marzo de 2006 por las fuerzas de seguridad afiliadas a la Unión Patriótica del Kurdistán, el otro principal partido en la región kurda semiautónoma de Irak. Fue puesto en libertad bajo fianza dos días después, pero también se enfrenta a cargos de difamación por un artículo reciente que publicó en el periódico semanario kurdo Hawlati en el que criticaba a las autoridades kurdas locales. Según informes, agentes de seguridad afiliados a la Unión Patriótica del Kurdistán agredieron a Hawez Hawezi mientras lo conducían al centro de detención de Sulaimaniya después de su arresto.

En marzo 2006, la Sala Segunda de lo Penal de la Audiencia Nacional española decidió archivar la querella por asesinato presentada por los familiares del cámara José Couso. El 8 de abril de 2003, un tanque estadounidense mató al periodista español en un ataque dirigido al Hotel Palestina, sede de la prensa internacional durante el conflicto en Irak.

México

El temor por la seguridad de Lydia Cacho Ribeiro ha aumentado después de la publicación, por parte de un periódico nacional mexicano en febrero 2006, de las transcripciones de conversaciones telefónicas en las que, al parecer, participaban autoridades estatales -incluido el gobernador de Puebla- e importantes empresarios, que aparentemente tramaban un plan para silenciar a la periodista mediante el acoso judicial. Amnistía Internacional cree que el presunto contenido de esas conversaciones, ahora de dominio público, hace a Lydia Cacho más vulnerable a nuevas amenazas y represalias.

Lydia Cacho es periodista y presidenta de la organización Centro Integral de Atención a las Mujeres (CIAM). Ha sacado a la luz los abusos sufridos por mujeres y menores, y la impunidad de que suelen gozar los responsables. En 2005 publicó un libro en el que denunciaba la participación de importantes empresarios en una red de pornografía infantil. Amnistía Internacional considera que esta periodista lleva sufriendo acoso judicial desde el pasado mes de diciembre, cuando uno de los empresarios a los que citaba en el libro presentó una querella por difamación contra ella.

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