Guatemala/Honduras: activistas corren grave peligro en estos países

(Tegucigalpa) Amnistía Internacional publicó hoy un informe en el que denuncia que las personas que defienden los derechos económicos, sociales y culturales de los grupos más marginados de Guatemala y Honduras corren un grave riesgo de ser víctimas de amenazas, hostigamiento, cargos infundados, agresiones e incluso homicidio. Asimismo, detalla que los Estados de estos países no ayudan mucho a esclarecer los ataques contras los DD.HH.

El informe, titulado Persecución y resistencia: La experiencia de defensores y defensoras de los derechos humanos en Guatemala y Honduras, expone los ataques sistemáticos y reiterados que se cometen contra quienes defienden los derechos de las comunidades marginadas, como los pueblos indígenas o las personas lesbianas, gays, bisexuales y transgénero.

“Las personas que protegen a otras de sufrir violaciones de derechos humanos acaban siendo víctimas de tales violaciones. La inseguridad de los activistas de derechos humanos en Honduras y Guatemala está alcanzando unas proporciones alarmantes”, ha afirmado Susan Lee, directora del Programa Regional para América de Amnistía Internacional.

“Las amenazas, la intimidación, la presentación de cargos penales infundados y los homicidios de activistas en Honduras y Guatemala tienen por objeto impedirles que protejan los derechos de las personas, sobre todo cuando su trabajo va en contra de poderosos intereses económicos”, ha declarado Susan Lee.

El 10 de enero de 2007, Carlos Albacete Rosales y Piedad Espinosa Albacete, ecologistas que trabajan para la organización guatemalteca Trópico Verde, fueron víctimas de un atentado cuando regresaban en taxi a su domicilio desde el Aeropuerto Nacional La Aurora.

Cuando el taxi en el que viajaban se acercaba a su casa, un vehículo los adelantó y bloqueó parcialmente la carretera. Al menos tres hombres, que llevaban chalecos antibalas y ropa similar a la utilizada por la policía pero sin insignias de identificación, salieron del vehículo y empezaron a disparar al taxi. Siguieron disparando cuando el taxista aceleró y se alejó rápidamente del lugar, reacción que salvó la vida de Carlos y Piedad.

No se ha llevado ante la justicia a ninguna persona por el atentado contra estos activistas, debido en gran parte a las irregularidades de la investigación, como, según informes, la alteración de pruebas balísticas. Carlos y Piedad han abandonado Guatemala, pues temían por su seguridad.

En los últimos cuatro años, Trópico Verde ha hecho campaña para impedir la destrucción de la Reserva de la Biosfera Maya, el bosque tropical más grande de Centroamérica. Organizaciones locales han sacado a la luz los intentos de ganaderos y presuntos narcotraficantes de ocupar tierras dentro de la reserva.

Donny Reyes, tesorero de la Asociación Arcoiris, organización hondureña de defensa de las personas lesbianas, gays, bisexuales y transgénero, fue detenido arbitrariamente el 18 de marzo de 2007. Ha relatado a Amnistía Internacional que seis agentes de policía le dieron el alto cuando salía con una colega de las oficinas de la asociación en Tegucigalpa y le pidieron sus documentos de identidad.

Aunque los mostró, los agentes lo golpearon y lo obligaron a subir al vehículo policial. A continuación lo llevaron a la comisaría de Comayagüela. Allí, Donny oyó al agente que lo había metido en la celda anunciar a los otros detenidos: “Miren, aquí les traigo a una princesita, ya saben lo que tienen que hacer”.Donny Reyes ha contado a Amnistía Internacional que los otros detenidos entendieron estas palabras como una señal para golpearlo y violarlo repetidas veces.

Quedó en libertad al cabo de seis horas y media, cuando accedió a pagar una suma de dinero. Tres días después denunció lo ocurrido ante el Ministerio Público y ante un alto cargo de la policía. También se sometió a un examen forense para que quedara constancia de las heridas que había sufrido.

La terrible experiencia de Donny forma parte de una serie de ataques reiterados contra la Asociación Arcoiris, entre los que se cuentan allanamientos de sus oficinas y actos de intimidación.

El 4 de diciembre de 2006, Dionisio Díaz García, abogado de la organización de derechos humanos Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), fue muerto a tiros cuando se dirigía en su automóvil a la Corte Suprema de Honduras para preparar una vista sobre un caso de despido improcedente contra una empresa de seguridad privada.

Miembros de la ASJ han sido objeto de una larga campaña de amenazas y seguimientos, que se han intensificado desde el homicidio de Dionisio.Todavía no se ha hecho comparecer ante la justicia a los responsables del homicidio de Dionisio Díaz, y las autoridades no han realizado las investigaciones adecuadas sobre las amenazas e intimidación que sufren los integrantes de la ASJ ni les han proporcionado protección apropiada.

“Ya es hora de que las autoridades investiguen estos abusos y pongan a los responsables a disposición judicial. La justicia es el mejor mecanismo de protección –y el único real– para los activistas de derechos humanos”, ha manifestado Susan Lee.

fuente: www.es.amnesty.org

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